La Copa Interamericana comenzó a disputarse a partir del año 1968, entre el campeón de la Copa Libertadores de América y el de la Copa de Campeones de la Concacaf. El reglamento dispuso de dos partidos de local y visitante y en caso de empate en puntos, un tercer encuentro en cancha neutral.
Así, en esa temporada, Estudiantes de La Plata y Toluca de México pusieron en marcha la nueva Copa.
Los "pincharratas" llegaron a la Interamericana después de un año inolvidable tras ganar la Libertadores y la Intercontinental. El equipo de la capital de la provincia de Buenos Aires había despachado a Palmeiras en la final sudamericana y al Manchester United en la Intercontinental. Era el equipo de Zubeldía que se adueñaría del continente en los años siguientes.