Tanto Independiente como Internazionale llegaron a la disputa de la Copa Intercontinental en 1964 con grandes méritos. Ambos necesitaron dejar atrás grandes finales contra equipos calificados.
El Rojo de Avellaneda había vencido a Nacional de Montevideo por mínima diferencia en la final de la Copa Libertadores de América, mientras que Inter de Milán postergó la retomada de la hegemonía del Real Madrid en Europa al derrotarlo en la final de la Copa de Campeones.